Sin palabras

Creer que ya no es posible...

Esfumadas las huellas de tu caminar sobre las que no puedes volver. Sientes esas palabras y promesas que interiormente te acompañan recordándome que "pese a estar separados / pese a no vernos / pese a la falta de comunicación directa / pese a dejar de compartir vivencias / no dudes nunca de lo que existe entre ambos / porque es un vínculo verdadero..."
Saludo esas palabras e intento evitar que suenen en mi cabeza, pero siguen envolviendo, me duelen, me hacen daño.

Desacierto...
Mi interior se inclína ayuso y no osa advertir la realidad.Resuello que no atrapo. Delirio desatado que se abalanza en cada recuerdo.

Intento emprender una nueva vida ... aprender... que siempre soy un segundo plato para las personas que me rodean, a quien prestan atención cuando se acuerdan o sus obligaciones se lo permiten. La amistad hay que cuidarla y mimarla cada día, con presentes, con palabras, con pequeños detalles, descontando 5 minutos de sueño para redacdar un e-mail con un abrazo y un beso sentido desde el corazón, porque hasta los vínculos verdaderos se rompen por dejadez, por vivir el presente y no tener memoria, por no desarrollar la facultad de amar a los demás como a ti mismo, por olvidar de quien te has nutrido cuándo lo has pasado mal, quien te ha acompañado y dado aliento en las jornada y noches de trabajo infinito, quien se conforma con un regalo deslumbrante por su cumpleaños como esa niña que tiene falta de amor de su padre durante todo un año, por mostrarte otro mundo fuera de esa armadura que te cubría, por darte la fuerza y energía a través de un abrazo, por alimentar tu esperanza, por no recordar, jamás llegarán a extenderse por el tiempo y el espacio.

Pocas veces te he pedido nada a cambio, sí he esperado y en un par de ocasiones te reproché cómo me sentía una mujer malquerida a tu lado, una persona no valorada. Recapacité y me sentí injusta por todo lo que me habías aportado, por lo que me habías dado y la correspondencia de tu afecto, a tu manera. Sentí miedo de perderte y te pedí perdón cuando no lo sentía del todo. Como ahora, que me aterra decírtelo a los ojos y por eso lo vuelco aquí.
Supongo que tú tampoco te atreves a decirme lo que significo para ti porque quizá es tan poco que sientes una cierta cobardía no asumida de perderme para siempre, de no tener a `esa que siempre está ahí´.

Aprendiendo a besar el desaliento y mientras esperando a que decidas el lugar que quieres que ocupe a tu lado, como siempre he hecho dejándote libertad y que tomes la decisión tú. Así será y donde me quedaré a pesar de mi dolor.
Mientras tomas una determinación, por mí no quedará las muestras de afecto, cariño y amor.
Mientras tomas una determinación reflexionaré si debo querer y amar con condiciones.

No hay comentarios: