La soledad, es definida como la carencia de compañía, un malestar emocional que surge cuando la persona se siente incomprendida, carece de compañía o no logra una intimidad emocional. Suele estar vinculada a estados de tristeza, desamor y negatividad.
La cantidad de personas que están solas (o se sienten solas) es la gran contradicción de esta época en la que no dejan de aparecer día tras día nuevos sistemas de comunicación. Podemos tener cientos de amigos en nuestras redes sociales pero a la hora de la verdad, ¿contamos con todos ellos en los momentos en que de verdad los necesitamos? Somos seres sociales que necesitamos de los demás para hacernos a nosotros mismos. Y no sólo para cubrir nuestras necesidades de afecto y desarrollo personal, sino también para afianzar y consolidar nuestra autoestima ya que ésta se genera cada día en la interrelación con las personas que nos rodean.
En general, los jóvenes suelen adaptarse mejor a la soledad que las personas mayores, ya que éstas se sienten más vulnerables y se ven como un estorbo para la sociedad y la familia
Cuando estamos solos podemos sentirnos bien, descansar, disfrutar o simplemente hacer lo que nos gusta sin interferencias de otras personas, es más, este tipo de soledad es necesaria. Pero sentirse solo es diferente, porque uno se puede sentir solo también en compañía. El sentimiento de soledad está relacionado con el aislamiento, la noción de no formar parte de algo, la idea de no estar incluido en ningún proyecto y entender que a nadie le importamos lo suficiente como para pertenecer a su mundo.
Noemí García redactora del programa "Hablar por hablar"
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